martes, 28 de mayo de 2013

sábado, 25 de mayo de 2013

Guerrero en construcción

No es algo que no sepamos, un guerrero, como cualquier otra personalidad, se forma de experiencias, de sitios, de pensamientos. Todo influye, todo aporta en mayor o menor cantidad e importancia.
Creo que nos formamos toda la vida, cada día, cada momento aporta cosas que nos modelan continuamente, aunque no seamos muy conscientes de ello. Si no es así, me parece una pena, nos habríamos quedado petrificados, en sentido literal.

Dejando el polímero

Estos pendientes los he hecho con arcilla polimérica. Creo que no voy a hacer más trabajos en este material, que he adorado, cuando se termine el que tengo en casa.
Cada vez soy más cosciente de que he de trabajar con materiales más naturales, menos contaminantes. Si es posible con materiales reciclados. No creo que el planeta pueda soportar mucho más nuestra presencia como especie terriblemente destructora.
Si somos la "cima de la evoluciónen en este planeta", deberíamos plantearnos ¿que es lo que podemos aportar para mejorarlo? y no pensar desde lo alto del pedestal de nuestro ego ¿como podemos beneficiarnos, esquilmar, el planeta?sin pensar en las consecuencias, ni siquiera para nuestros hijos.
Como "hermanos mayores" deberíamos abandonar la vida dejando mejoras para todo el ecosistema, para Gaia y nuestros semejantes, y no lo estamos haciendo.

Kumihimo

Con la técnica del Kumihimo he hecho este cordoncito al que le he añadido un piedra que compré hace tiempo en Bogotá. Es una piedra que me recuerda el brillo de la luna en las noches  con un poco de bruma. 
El fondo es un foulard que he teñido y estampado para María que cumple años. 
El que con verde se atreve, por guapo se tiene. Es que María es guapa

El laud triste

Ahí está, junto a otros instrumentos, parece que hace tiempo que su dueña no la toma entre sus brazos y la acaricia para que ella cante.
Está triste, necestita un poco de masaje para que cante sus melodías con sonidos de oriente y se alegre un poco.

El vestido de Sagra


La gracia y las manos de Sagra convirtieron un vestido anodino en algo mucho más original. Luego me pidió que le pusiera uno de mis dibujos y así quedó la cosa. ¡Donde va a parar! ¡Que buenas idéas tiene Sagra!