martes, 24 de junio de 2008

El señor Lluvi




Una persona, con la que trabajo, me invitó a su casa.
En la puerta me recibió un gato que vino a ver si yo era persona de fiar. Se trataba del señor Luvia, Lluvi para los amigos.
Me olió la mano y le dijo a su dueño que me dejase pasar. Luego, con ese elegante desdén propio de los felinos, continuó con sus cosas.
Días después empecé un cuadro y cuando me di cuenta se había subido en él desde donde oteaba, con toda tranquilidad ,para satisfacer su curiosidad.
No sé qué es lo que ve, pero está de lo más interesado, no quita ojo.
Acrílico sobre lienzo. 82x68 cm.



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